Cuando la compasión se convierte en estrategia
Una historia que comenzó con empatía terminó como uno de los fraudes médicos y emocionales más indignantes documentados en la región.
Carla Pérez Abedrop afirmó durante años padecer cáncer terminal. Usó imágenes falsas, simuló tratamientos y falsificó documentos médicos para manipular emocional y legalmente a su entorno.
El oncólogo desmintió su versión.
Usó fotos de una comunicadora venezolana como si fueran suyas.
Está vinculada a proceso por fraude procesal y violencia familiar.
Lo más grave: sus propios hijos fueron usados como parte de la narrativa.
Este caso ha abierto un debate sobre la manipulación emocional, el uso de causas justas con fines personales y la necesidad urgente de proteger la verdad y a las verdaderas víctimas.
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