La mentira detrás del diagnóstico: el caso Carla Pérez Abedrop

Una historia que comenzó como una lucha por la salud, terminó exhibiendo un esquema de fraude emocional, manipulación legal y daño psicológico a menores. El caso de Carla Pérez Abedrop ha destapado una red de mentiras que usó diagnósticos médicos falsos para obtener beneficios personales y manipular procesos judiciales.

📌 Falsificación médica y fraude emocional

Desde 2020, Carla aseguró padecer enfermedades terminales, como cáncer con metástasis. Difundió imágenes, supuestos tratamientos y solicitudes de apoyo económico. Sin embargo, el Dr. Fernando Pérez Zincer, oncólogo mencionado en sus documentos, desmintió categóricamente su versión:

  • No existe metástasis.
  • Nunca recibió quimioterapias ni radioterapias.
  • No hay trasplante de médula ni craneotomía.
  • Su firma fue falsificada en varias ocasiones.

La gravedad no solo está en la mentira, sino en el uso de enfermedades serias para manipular emocionalmente a su entorno, incluyendo a sus propios hijos.


🧠 Simulación de enfermedades y trastornos mentales

El Dr. Salvador Barba Orozco, médico forense, diagnosticó que Carla presenta una patología compatible con trastorno maníaco-depresivo y esquizofrenia. A pesar de no presentar riesgo médico terminal, simuló una situación de salud extrema con falsos procedimientos y fotografías obtenidas de otros pacientes, como en el caso de la comunicadora venezolana Erika de la Vega, cuyas imágenes usó como propias.


🧒 Afectaciones a menores y manipulación legal

Uno de los elementos más sensibles del caso es el daño psicológico generado en sus hijos menores, quienes fueron expuestos a un entorno de miedo, manipulación y desinformación constante. Además, Carla y su abogada Luz Natyeli Ruiz Sánchez han sido señaladas por operar un esquema legal para obtener beneficios económicos, propiedades y pensiones mediante la difamación y presión mediática.

El sistema judicial determinó que los menores debían permanecer bajo la custodia del padre, dada la inestabilidad emocional y los incumplimientos de Carla en centros de convivencia como CECOFAM.


Este caso no solo expone a una persona, sino a un sistema que aún es vulnerable a la manipulación emocional y mediática. Usar una causa justa como la salud o la lucha feminista para obtener beneficios personales es una traición al derecho, a la verdad y a quienes realmente sufren injusticias.🔍 La Verdad Siempre Gana.
Y seguiremos contándola.

WhatsApp
Facebook
LinkedIn
Telegram
X

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Compartir:

Entradas Relacionadas

Scroll al inicio